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Tegucigalpa, Hondura | En publicación en su cuenta de X el expresidente Manuel Zelaya amenaza con desconocer las elecciones si se utiliza el sistema TREP, sistema de transmisión de datos electorales del CNE, pese a que fue el sistema que certificó el gane de su esposa, Xiomara Castro, actual presidenta de Honduras, alejando que se podría prestar para un fraude.

Líderes de oposición, analistas y sectores de la sociedad civil han señalado a Zelaya como el principal responsable de los obstáculos que enfrenta el Consejo Nacional Electoral (CNE) en la implementación del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), generando incertidumbre sobre la transparencia de los comicios.

El conflicto se intensificó a principios de julio, cuando activistas del Partido Libre, presuntamente bajo la influencia de Zelaya, impidieron la recepción de ofertas para la contratación del sistema TREP, un componente clave para garantizar resultados electorales rápidos y confiables. Según reportes, el 7 de julio, colectivos de Libre bloquearon el acceso al CNE, frustrando el proceso de licitación. Este hecho desencadenó una serie de acusaciones cruzadas entre los consejeros del CNE, particularmente entre Marlon Ochoa, representante de Libre, y las consejeras Cossette López (Partido Nacional) y Ana Paola Hall (Partido Liberal), quienes han denunciado intentos de boicot al proceso electoral.

Uso del TREP en el 2021.

Reseña sobre el uso y contratación del TREP en las elecciones de Honduras 2021En las elecciones generales de Honduras de noviembre de 2021, el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) jugó un papel crucial al garantizar la difusión rápida y transparente de los resultados, contribuyendo a la credibilidad del proceso que dio la victoria a Xiomara Castro, candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre). El TREP, implementado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), permitió la transmisión digital de actas electorales desde los centros de votación, reduciendo significativamente el tiempo de espera para los resultados preliminares en comparación con procesos anteriores.

La contratación del TREP en 2021 se llevó a cabo bajo un proceso de licitación pública supervisado por el CNE, en el que se seleccionó a una empresa especializada en tecnología electoral para desarrollar e implementar el sistema, a diferencia de la controversia de 2017.

El éxito del TREP en 2021 se atribuyó a mejoras en la capacitación de operadores, la robustez del software y la supervisión de observadores nacionales e internacionales, como la OEA, que validaron la integridad del sistema. Este precedente contrasta con la actual crisis de 2025, donde la contratación del TREP enfrenta obstáculos atribuidos a tensiones políticas.

Acusaciones de querer desestabilizar el sistema democrático.

El analista político Jorge Yllescas aseguró que “Manuel Zelaya es el único que puede parar esta crisis, ya que los empleados del CNE dependen de él”. Yllescas instó al expresidente a “no incendiar Honduras” y a ordenar la incorporación de los consejeros para avanzar en un proceso electoral transparente. Por su parte, el diputado nacionalista Tomás Zambrano afirmó que el Partido Libre busca “boicotear las elecciones porque sabe que no tiene posibilidades de ganar”, señalando directamente a Zelaya y a su esposa, la presidenta Xiomara Castro, como responsables de la crisis

Zelaya, en respuesta, ha rechazado estas acusaciones y ha advertido que no permitirá un sistema TREP similar al utilizado en 2017, al que calificó de “fraudulento”. En un mensaje publicado en su cuenta de X, el exmandatario afirmó que Libre está preparado para evitar cualquier tentativa de fraude por parte de los partidos Nacional y Liberal, a los que acusó de intentar replicar el golpe de Estado de 2009 con una “nueva versión light”. Zelaya anunció una movilización nacional el 30 de agosto en apoyo a la candidata de Libre, Rixi Moncada, como protesta contra un supuesto fraude orquestado por la oposición.

La crisis se agrava por la falta de quórum en las sesiones del CNE, ya que el consejero Marlon Ochoa y los suplentes se han negado a participar, argumentando irregularidades en las convocatorias. Esto ha paralizado decisiones clave, como la adjudicación del TREP y la divulgación del listado provisional de electores, incumpliendo los plazos establecidos por la Ley Electoral. La consejera Ana Paola Hall, quien incluso puso su cargo a disposición, ha insistido en que las sesiones con solo dos consejeros no cumplen con el quórum legal, aunque Zelaya respaldó su postura afirmando que un pleno de tres consejeros es necesario para garantizar la legalidad.

La tensión ha movilizado a miles de simpatizantes del Partido Nacional, quienes el pasado 27 de julio marcharon en Tegucigalpa exigiendo transparencia y elecciones libres. El candidato presidencial nacionalista, Nasry Asfura, llamó a la ciudadanía a “luchar por la democracia”, mientras que la Iglesia Católica y organismos internacionales, como la OEA, han expresado preocupación por la estabilidad del proceso electoral.

Con el tiempo corriendo en contra, la incertidumbre sobre el TREP y el funcionamiento del CNE pone en riesgo la credibilidad de las elecciones generales. La sociedad hondureña espera una resolución que garantice un proceso transparente y democrático, mientras las acusaciones y la polarización continúan marcando el camino hacia el 30 de noviembre

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