
La Paz, Bolivia / El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ha confirmado que diez candidatos competirán por la presidencia en las elecciones generales programadas para el 17 de agosto de 2025, con una posible segunda vuelta el 20 de octubre. La ausencia del expresidente Evo Morales, inhabilitado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) debido a la restricción constitucional de dos mandatos, marca un hito en la política boliviana, donde el Movimiento al Socialismo (MAS) enfrenta una fragmentación sin precedentes. La crisis económica, con escasez de combustibles y dólares, y un electorado desencantado, serán factores clave en esta contienda.
Los tres candidatos favoritos según encuestas recientes

Andrónico Rodríguez (Alianza Popular)
Edad 36 años. Presidente del Senado y una figura emergente de la izquierda boliviana. Nacido en Sacaba, Cochabamba, en 1988, proviene de una familia cocalera y ha consolidado su liderazgo en las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, una de las organizaciones más influyentes del país. Politólogo de formación, Rodríguez asumió roles clave desde joven, siendo presidente de las Juventudes Estudiantiles de las Seis Federaciones a los 22 años. Aunque inicialmente fue considerado el “heredero” de Evo Morales, su discurso moderado y conciliador lo ha distanciado del expresidente, buscando unificar a una izquierda dividida. Rodríguez postula junto a Mariana Prado, exministra de Planificación, y encabeza las encuestas por su capacidad de conectar con sectores indígenas y jóvenes.

Jorge “Tuto” Quiroga (Frente Revolucionario de Izquierda – FRI)
Edad 65 años. Fue presidente de Bolivia entre 2001 y 2002 tras la renuncia de Hugo Banzer. Ingeniero industrial formado en Estados Unidos, Quiroga ha sido una figura constante en la política boliviana, representando a la derecha tradicional. Su campaña se centra en la región próspera de Santa Cruz, donde cuenta con el respaldo de líderes empresariales como Branko Marinkovic. Quiroga apuesta por un discurso de estabilidad económica y críticas al MAS, aunque su candidatura enfrenta el desafío de una oposición fragmentada. Las encuestas lo sitúan como uno de los favoritos, pero con una tendencia descendente frente al ascenso de Rodríguez.

Eduardo del Castillo (Movimiento al Socialismo – MAS)
Edad 39 años. Es el candidato oficialista del MAS tras la declinación de Luis Arce a la reelección. Exministro de Gobierno, Del Castillo ha ganado notoriedad por su rol en la gestión de protestas y su enfrentamiento con sectores afines a Evo Morales. Abogado de profesión, nacido en La Paz, su candidatura busca consolidar el apoyo de las bases leales al gobierno de Arce, aunque enfrenta críticas por la crisis económica y la percepción de represión policial. Acompañado por Milán Berna como candidato a la vicepresidencia, Del Castillo se posiciona como una opción de continuidad del MAS, pero con un respaldo limitado según las encuestas.
Un panorama político fragmentado
La exclusión de Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, responde a una sentencia del TCP que limita la reelección a una sola vez, continua o discontinua. Pese a su inhabilitación, Morales ha promovido protestas desde su bastión en el Chapare, generando tensiones con bloqueos de carreteras que han dejado un saldo de cuatro policías fallecidos en enfrentamientos recientes. La izquierda boliviana, históricamente dominada por el MAS, se presenta dividida en tres facciones: los leales a Arce, los seguidores de Morales y los que respaldan a Rodríguez. La oposición, por su parte, no logró consolidar un frente único, con candidatos como Samuel Doria Medina y Eva Copa también en la contienda.
El electorado boliviano, golpeado por una inflación del 18.46% interanual y la escasez de bienes esenciales, enfrenta una elección crucial. La capacidad de los candidatos para ofrecer soluciones a la crisis económica y superar las divisiones políticas será determinante en un proceso electoral que promete ser uno de los más competitivos en décadas.