
Buenos Aires, Argentina | El presidente argentino, Javier Milei, fue evacuado de urgencia este miércoles luego de que un grupo de manifestantes arrojara piedras, huevos, ramas y botellas contra la caravana en la que se desplazaba durante un acto proselitista en Lomas de Zamora, al sur del conurbano bonaerense.
El incidente ocurrió cuando Milei recorría la zona acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Según testigos, la furgoneta que transportaba al mandatario fue blanco de una lluvia de proyectiles que obligó a la custodia presidencial a interrumpir la actividad y retirar de inmediato al jefe de Estado.
Fuentes oficiales confirmaron que el presidente resultó ileso. Sin embargo, medios locales informaron que al menos tres personas sufrieron heridas leves y dos manifestantes fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.
El Gobierno denunció que la agresión fue organizada por sectores de la oposición con el objetivo de boicotear la actividad de campaña, mientras que líderes opositores cuestionaron el manejo del operativo de seguridad y advirtieron sobre la creciente tensión social.
Estado de salud de Milei y reacciones políticas
Tras el ataque, la Casa Rosada emitió un comunicado en el que aseguró que Milei se encuentra en buen estado de salud, sin lesiones y bajo observación preventiva de su equipo médico. Fuentes cercanas al presidente confirmaron que retomará su agenda habitual en las próximas horas, aunque con mayores protocolos de seguridad.
El hecho generó un fuerte eco en el arco político argentino. Dirigentes del oficialismo repudiaron el ataque y lo calificaron como un intento de “amedrentar la voluntad democrática”. La vicepresidenta Victoria Villarruel habló de un “acto cobarde contra la institucionalidad del país”, mientras que Karina Milei expresó en redes sociales que “no lograrán frenar el proyecto de libertad”.
Desde la oposición, referentes como Sergio Massa y Axel Kicillof también condenaron la agresión, aunque criticaron la falta de previsión en la organización del operativo de seguridad. “La violencia nunca es el camino, pero el Gobierno debe hacerse cargo de garantizar condiciones seguras en sus recorridas”, señaló Kicillof.
El ataque a Milei ocurre en un clima de alta tensión social y política, a pocos meses de las elecciones legislativas. Analistas advierten que episodios como este podrían escalar la confrontación y marcar un punto de inflexión en la campaña.